Los
dos reyes y los dos laberintos (Jorge Luis Borges)
Este cuento de Borges está escrito de
una manera que se asemeja a las lecturas bíblicas, debido a ciertas expresiones
y adjetivos que el autor utiliza a lo largo del texto.
El laberinto es uno de los símbolos
más utilizados por Borges en sus trabajos. En este caso, para mí, el laberinto
que el rey de Babilonia manda a construir nos deja ver su soberbia y vanidad, ya
que las características determinadas con las que se construye el laberinto,
según el narrador, “son operaciones propias de Dios y no de los hombres”. De
esta manera, el rey quiere igualarse a su Dios, y crea este “universo”
desconocido y que atemoriza a aquellos que se adentran en él.
Por último, lo que el autor quiere
dejarnos con este cuento es que no debemos creernos superiores que nadie, mucho
menos por las cosas materiales que podamos tener, porque esa soberbia, esa
vanidad, son las que llevan al rey de Babilonia a la muerte. Además, no tenemos
que hacer lo que no nos gusta que nos hagan, porque no tenemos la certeza de si
en algún momento nosotros tendremos que vivir esa misma situación.
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