En “Los amigos”, la historia
superficial que se narra es la del asesinato de Romero: Número Uno le encarga a Número Tres que lo mate
fuera de un bar de la ciudad de Buenos Aires en el que Romero se encuentra con
sus amigos habitualmente. Sin embargo, a lo largo del desarrollo del cuento,
nos damos cuenta de que Número Tres es en realidad un hombre apodado Beltrán,
un viejo amigo del hipódromo de Romero, y quien es finalmente su asesino. Esto
constituye la historia profunda.
A lo largo del texto se utiliza el
recurso de la analepsis para hacer alusión a un hecho ocurrido en un tiempo
anterior al del relato, por ejemplo cuando dice “En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal
Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan distintos.”
El hecho de que al principio del
cuento se mencione el encargo de asesinato de Romero genera interés en el
lector, ya que este debe seguir leyendo y adentrarse en el relato para
descubrir si realmente se cumplió este objetivo, cómo se llevó a cabo, por qué
motivo, etc. También, se genera tensión con la descripción detallada de lo que
hace Número Tres hasta el momento de la muerte de Romero, la cual llega de
repente.
Por último, el cambio de punto de vista
que se da al final genera impacto en el lector, debido a que se revela que el
asesino de Romero era en realidad un viejo amigo, además de que nos deja con la
intriga de saber qué pasó entre ellos y cómo de ser amigos pasaron a ser un
asesino y su víctima.
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